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El tren de alta velocidad de Amtrak en Texas, avances sin garantías de éxito

A pesar de la promesa de un proyecto privado, los críticos alertan de que la iniciativa podría necesitar miles de millones de dólares públicos para completarse.

Render de una estación del tren de alta velocidad en Texas

Render tren de alta velocidad en TexasYouTube/Amtrak.

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De Houston a Dallas en 90 minutos. Un viaje a 240 millas, con “cómodas salidas” cada media hora, que podría reducir en más de dos horas el trayecto en coche que semanalmente emprenden unos 100.000 texanos. Esa es la promesa del tren de alta velocidad en Texas. All aboard!

El proyecto de Amtrak recibió un impulso de 63.9 millones de dólares en las últimas semanas en una subvención de la Federal Railroad Administration. El costo total ascendería a unos 30.000 millones, según el Dallas Business Journal. La empresa ferroviaria se sumó en 2016 a la iniciativa de la privada Texas Central Railway. 

La estación de Houston se ubicaría en los terrenos del centro comercial Northwest Mall, mientras que las de Dallas, en el barrio de Cedars. Entre ambas habría sólo una parada, Grimes County.  

Render de una estación del tren de alta velocidad en Texas

Render tren de alta velocidad en TexasYouTube/Amtrak.

"¿Porqué Dallas y Houston? Son algo así como la quinta y sexta urbe que más rápido crece en el país", explicó en una video corporativo Andy Byford, alto cargo de Amtrak a cargo de los trenes de alta velocidad. 

Las malas alternativas de transporte, añadió, son otro aliciente: sobre la Interstate 45 dice, "muy concurrida y bastante peligrosa", y aunque reconoce que "mucha gente" hace el recorrido en avión, argumenta que "para ser justos es un trayecto demasiado corto como para volar" y que lleva más tiempo del necesario, sobre todo si se suma ir hasta el aeropuerto, pasar los controles y esperar al embarque. 

Otra clave del proyecto está en japonés: Shinkansen. El "legendario tren bala" que corre ya por las vías en Japón será el encargado de hacer lo propio en las 240 millas que separan las ciudades norteamericanas. 

El Papá de los Trenes, como se apodó a Byford cuando trabajaba para la Ciudad de Nueva York, dice entusiasmado que se ha subido a trenes en Francia, España, Italia… Pero el que "realmente destaca" es el japonés. 

Cuando los americanos lo prueben, asegura, pensarán "deberíamos haber tenido esto hace años". "Es fantástico, hagamos más". 

No todos comparten su entusiasmo. 

Un destino inseguro

"El déficit presupuestario federal se acerca a los 2 billones de dólares, nuestra deuda nacional supera los 35 billones de dólares, y la Casa Blanca está malgastando el escaso dinero de los contribuyentes federales en este polémico, fallido, insolvente y estúpido proyecto porcino de Amtrak de 40.000 millones de dólares", dijo John Sitilides, asesor de la coalición contra el uso de fondos públicos para el proyecto ReRoute, al Daily Caller

El dinero, añade, sería mejor gastado en construir escuelas, contratar policías o proveer asistencia médica a veteranos. 

Otra polémica alrededor del proyecto es el terreno por donde pasarán las vías. A inicios de 2022 la Corte Suprema de Texas determinó que se podía expropiar tierras privadas para la construcción del proyecto, según cubrió entonces el medio local Dallas Innovates. Desde ReRoute The Route protestaron la decisión, asegurando que atenta contra la propiedad privada y que el proyecto era insolvente, ya que a pesar de presentarse como una iniciativa privada estaba recibiendo miles de millones de dólares de los contribuyentes. 

Los congresistas Jake Ellzey y Michael McCaul también se vienen oponiendo desde hace años. En una carta a la Federal Railroad Administration a fines del año pasado pidieron negarle las ayudas públicas porque, en síntesis: "Este proyecto pretende arrebatar tierras a ciudadanos estadounidenses y ponerlas bajo el control de una empresa japonesa, subvencionada a su vez con dinero de los contribuyentes estadounidenses". 

"Ha recibido una feroz oposición de los propietarios rurales, así como de los gobiernos locales y de condados a lo largo de la ruta propuesta", escribieron también. Además, recordaron que la propuesta inicial era que el proyecto sería "financiado exclusivamente con fondos privados".

El proyecto se encuentra en sus estadios iniciales. Si todo avanza como quieren Amtrak y Texas Central, seguirá el camino del tren de alta velocidad que conectará Las Vegas (Nevada) con Rancho Cucamonga (California): en abril comenzó sus primeras obras para estar operativo en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028. 

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