Pete Hegseth avanza hacia la confirmación en el Senado como secretario de Defensa, pero persisten acusaciones y debates en su contra
Las senadoras republicanas Lisa Murkowski (Alaska) y Susan Collins (Maine) se desmarcaron de su partido al rechazar el respaldo al nominado de Trump.

Pete Hegseth
Pete Hegseth superó el jueves un importante obstáculo procesal en el Senado con la aprobación de una moción de clausura por 51 votos a favor y 49 en contra, lo que habilita hasta 30 horas de debate antes de la votación final sobre su nominación como secretario de Defensa. Este avance representa un hito en un proceso marcado por un intenso debate político y mediático.
Apoyo republicano mayoritario
A pesar de las controversias en torno al historial personal de Hegseth, la mayoría de los republicanos han respaldado su candidatura, destacando su experiencia como veterano de guerra y su visión para reforzar la defensa nacional. El senador republicano, Mitch McConnell, subrayó la necesidad de confirmar rápidamente a un secretario de Defensa, dadas las amenazas a la seguridad global.
El presidente de la Comisión de Servicios Armados del Senado, Roger Wicker, también ha defendido firmemente la nominación, calificando de "inexactos" los reportes sobre la investigación de antecedentes del FBI y criticando la filtración de detalles confidenciales que, según él, politizan el proceso.
Senadoras republicanas rompen filas
No obstante, las senadoras republicanas Lisa Murkowski (Alaska) y Susan Collins (Maine) han desafiando la postura de su partido y las presiones del expresidente Donald Trump y sus aliados. Ambas legisladoras citaron preocupaciones sobre el historial personal y profesional de Hegseth, incluidas acusaciones de agresión sexual, abuso de alcohol y comentarios sobre las mujeres en el servicio militar.
Murkowski, en una declaración publicada en X, explicó que, aunque reconoce la importancia de confirmar un secretario de Defensa, no puede apoyar al nominado debido a estas preocupaciones.
Respuesta a las acusaciones
Hegseth enfrenta acusaciones relacionadas con su vida personal, incluyendo agresión sexual y abuso de alcohol, las cuales ha negado rotundamente. Durante su audiencia, calificó las alegaciones como “difamaciones anónimas” y reiteró que no afectan su capacidad para liderar el Departamento de Defensa. Aunque reconoció infidelidades pasadas, aseguró que se abstendrá de consumir alcohol si es confirmado.
Una votación decisiva
El Senado tiene previsto realizar la votación final este viernes, en un proceso que se espera ajustado pero crucial para determinar el futuro de Hegseth. A pesar de las divisiones, sus aliados confían en que su experiencia y visión estratégica garantizarán su confirmación como jefe del Departamento de Defensa, marcando un nuevo capítulo en la Administración Trump.