Biden respalda la Enmienda de Igualdad de Derechos: ¿paridad hombres-mujeres o caballo de Troya woke?
El mandatario publicó un comunicado asegurando que la centenaria propuesta forma ya parte de la Constitución. Sus declaraciones, sin embargo, insuficientes para modificar la Carta Magna, podrían esconder segundas intenciones.

Manifestación contra la ERA en 1977
"La Enmienda Veintiocho es la ley de la tierra", aseguró Joe Biden a tres días de dejar la Presidencia. No hace falta que vuelva a contar: la Constitución tiene, efectiva, legalmente, 27 enmiendas. Las palabras del presidente refieren a una controvertida propuesta de enmienda conocida como la Enmienda de Igualdad de Derechos (ERA).
Presentada por primera vez hace un siglo, ha cosechado numerosos detractores y partidarios, sometiéndose a varios votos a nivel nacional y estatal. El intento de Biden de darle nueva fuerza llega, según sus críticos, como un tiro sobre la bocina para impulsar puntos de su agenda progresista una vez desalojado del Salón Oval.
¿Qué es la ERA?
Propuesta por primera vez en 1923 por la sufragista Alice Paul, la Enmienda de Igualdad de Derechos pretendía igualar explícitamente a hombres y mujeres ante la ley. Así leía su primer texto, según archivos del Congreso:
"Los hombres y las mujeres tendrán los mismos derechos en todo el territorio de los Estados Unidos y en todo lugar sujeto a su jurisdicción. El Congreso estará facultado para hacer cumplir este artículo mediante la legislación apropiada".
Aunque veinte años más tarde fue reescrita por la propia Paul, la esencia pretendía ser la misma. La nueva redacción decía:
- "Sección 1: La igualdad de derechos ante la ley no será negada ni coartada por los Estados Unidos ni por ningún estado en razón del sexo.
- Sección 2: El Congreso estará facultado para hacer cumplir, mediante la legislación apropiada, las disposiciones de este artículo.
- Sección 3: Esta enmienda entrará en vigor dos años después de la fecha de ratificación".
¿Por qué no es (al menos aún) parte de la Constitución?
En 1972, tras ser reintroducida cada nueva sesión del Congreso durante medio siglo, fue aprobada tanto por el Senado como por la Cámara de Representantes. En ambas consiguió la mayoría necesaria de dos tercios.
La ERA tropezó en la etapa siguiente: debía obtener la ratificación de tres de cada cuatro estados. Para 1982, fecha límite establecida por el Congreso, sólo 35 estados le habían dado la venia. Necesitaba 38.

La representante Carolyn Malone defiende la ERA en 2012
¿Qué dicen quienes defienden la enmienda?
Quienes defienden la ERA desdeñan el plazo caducado por diversos motivos, entre ellos que es modificable por decisión de los legisladores (como ya hicieron una vez, aplazándola) o que atenta contra el Artículo 5 de la Constitución.
Descartada la fecha límite, afirman que la propuesta de enmienda alcanzó las 38 ratificaciones necesarias con el voto afirmativo de las dos cámaras de Virginia en 2020.
Entre estos se encuentran la American Bar Association (ABA) y el propio presidente Biden, que en su última declaración sostuvo que "la Enmienda de Igualdad de Derechos ha pasado a formar parte de nuestra Constitución".
Expertos en la materia señalan que el comunicado de Biden es meramente simbólico. Para formar parte de la Constitución, debería ser publicada o certificada por la archivera nacional, Colleen Shogan. Su papel, sin embargo, es meramente protocolar.
Tan sólo el mes pasado, Shogan sostuvo que la decisión estaba en manos del Congreso y la Justicia, que debían determinar si levantar el plazo de ratificación.
¿Caballo de Troya?
El respaldo de Biden en la recta final de su mandato fue criticado desde ambas trincheras del debate. De un lado, se lo juzgó como demasiado tardío para surtir efecto alguno. Desde el otro, se vio como un último intento de impulsar su agenda, más allá del 20 de enero.
Además del incumplimiento de las fechas para su aprobación, los críticos contemporáneos del texto legislativo afirman que podría servir de caballo de Troya para políticas progresista.
La senadora demócrata Kirsten Gillibrand aireó esta segunda intención en una carta pública: "El presidente Biden tiene la oportunidad de consagrar en la ley los derechos reproductivos de millones de mujeres ordenando al archivero de los Estados Unidos que certifique y publique la ERA".
"Las protecciones de la ERA van más allá de las mujeres, abarcando a todas las personas que sufren discriminación por razón de sexo, incluidas las personas LGBTQ+", sostuvo en un reciente artículo la revista activista Advocate. "También refuerza la Ley de Igualdad, que pretende ampliar las protecciones federales contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género".
VoteEquality, un grupo a favor de la enmienda, sostiene en su web que la enmienda podría proteger derechos trans.