Elon Musk desembarca en la sede de Twitter antes de comprarla por 44.000 millones

Quiere multiplicar el número de usuarios y convertirla en una plataforma con compras y asegurar la libertad de expresión.

“Chief Twit”. Esta es la “bío” que se ha puesto en su cuenta de Twitter Elon Musk. También ha cambiado su localización a “Twitter HQ”. Desde la misma cuenta ha colgado un vídeo de él mismo entrando en la sede de Twitter con un lavabo entre las manos, y con una sonrisa en la boca. ¿Es por la limpia que va a hacer en la Big Tech? En realidad es un juego de palabras: El vídeo está acompañado con el texto "entrando en el cuartel general de Twitter - ¡deja que lo asimile!" (let that sink in!). 

La saga Twitter-Musk

Este viernes, Elon Musk tiene que completar la adquisición de la red social en una operación de 44.000 millones de dólares. Según ha podido saber The Wall Street Journal, varios bancos están reuniendo 13.000 millones de dólares para cubrir parte del pago de la adquisición de la compañía. 

Twitter rechazó en un primer momento el intento del millonario afroamericano de comprar la compañía. En un giro de los acontecimientos, Elon Musk exigió a la empresa que le diera información precisa sobre el número de cuentas falsas que alberga, y su actividad. Al no quedar contento con la información provista por Twitter, Musk retiró la oferta. Entonces, la empresa le llevó a los tribunales exigiéndole que llevase a cabo la compra. Finalmente, este viernes se formalizará la adquisición de la empresa a un precio por acción de 54,20 dólares.

Horas antes de la entrada de Musk en la sede de Twitter se ha conocido un informe que revela que el número de tuiteros más habituales, que son los que generan el grueso de la publicidad de la plataforma, está cayendo. El 10 por ciento de los tuiteros con mayor actividad generan el 90% del contenido y la mitad de los ingresos en publicidad, según un informe interno de la compañía al que ha tenido acceso Reuters.

Súper aplicación

Musk tiene grandes planes de cambio de la aplicación. Quiere convertirla en lo que él llama “súper aplicación”, aumentar el número de usuarios de 396 millones a 930 millones, y quintuplicar los ingresos. Por “súper aplicación”, Musk se refiere a una plataforma que provee de diversos servicios, desde red social y conversación a realizar pagos y compras, jugar y hacer networking. El ejemplo que pone Musk es el de la aplicación china WeChat, que tiene 1.200 millones de usuarios.

Recientemente, Elon Musk dijo que iba a despedir al 75% de la plantilla de Twitter. No está claro cómo quiere combinarlo con los planes que tiene para el futuro de la compañía. Varios empleados de la empresa le han enviado una carta a Elon Musk defendiendo sus puestos de trabajo:

El plan de Elon Musk de despedir al 75% de los trabajadores de Twitter perjudicará la capacidad de Twitter de servir a la conversación pública. Una amenaza de esta magnitud es imprudente, socava la confianza de nuestros usuarios y clientes en nuestra plataforma, y es un acto transparente de intimidación a los trabajadores.

Libertad de expresión

Lo que más revuelo ha causado de los planes de Elon Musk no son sus objetivos económicos, sino la defensa que hace de Twitter como una plataforma para la libertad de expresión. Recientemente, Musk ha vuelto a defender el papel de la red social a este respecto: “Una de las cosas más bonitas de Twitter es que potencia el periodismo ciudadano: la gente es capaz de difundir noticias sin un sesgo establecido”. 


Cuando realizó la oferta pública de adquisición de Twitter, entre otras consideraciones, Elon Musk dijo

La libertad de expresión es la base de una democracia que funciona, y Twitter es la plaza digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad. También quiero hacer que Twitter sea mejor que nunca, mejorando el producto con nuevas funciones, haciendo que los algoritmos sean de código abierto para aumentar la confianza, derrotando a los bots de spam y autentificando a todos los humanos. Twitter tiene un tremendo potencial: estoy deseando trabajar con la empresa y la comunidad de usuarios para desbloquearlo.

Otro de los cambios que podría introducir Elon Musk es el de hacer que el código de la aplicación sea abierto, como ha sugerido en alguna entrevista. Esto reduciría uno de los graves problemas que tiene la aplicación, que es la falta de transparencia. Y permitiría que los usuarios alerten sobre los fallos y los sesgos de Twitter.