BlackRock, la empresa más grande del mundo en gestión de activos, ya le había advertido a Silicon Valley Bank (SVB) que tenía unos controles de riesgo “sustancialmente por debajo” de otros prestamistas.
En enero de 2022 la compañía de gestión de inversiones entregó una evaluación sobre el control de riesgos en la que calificó al SVB con una “C” e incluso le avisaron a la entidad bancaria de que sus calificaciones estaban por debajo que otros bancos similares en 11 de los 11 factores considerados.
De acuerdo a la información que compartió el Financial Times, los auditores descubrieron que Silicon Valley Bank no realizaba las actualizaciones sobre su cartera de valores en tiempo real. De hecho, se percataron de que ni siquiera se hacía de forma semanal.
Los expertos también analizaron la respuesta de las carteras de valores de SVB y de otras posibles inversiones a factores como: la subida de los tipos de interés, las condiciones macro económicas más generales y cómo esto afectaría al capital y la liquidez del banco.
La revisión contempló varios escenarios y luego le presentó el informe a la alta dirección del banco. Sin embargo, según el medio anteriormente mencionado, un ejecutivo de BlackRock señaló que el SVB no escuchó e incluso rechazó la oferta de hacer un trabajo de seguimiento.
Silicon Valley Bank was warned by BlackRock that risk controls were weak https://t.co/TNmbtgZVm7
— Financial Times (@FinancialTimes) March 18, 2023
BlackRock advierte el comienzo de una posible “crisis”
Ahora, el CEO de la compañía de gestión de inversiones, Larry Fink predice que el colapso de Silicon Valley Bank podría ser el inicio de una “crisis progresiva” en el sistema financiero que incluiría “más incautaciones y cierres”.
Ray Dalio, el fundador recientemente jubilado de Bridgewater, también opinó que la quiebra de SVB puede traer grandes repercusiones.
“La quiebra de este banco es una señal temprana que tendrá repercusiones en el mundo de las empresas y mucho más allá”, dijo.
A pesar de esto, hace poco el presidente Joe Biden afirmó que el sistema bancario es seguro y que los estadounidenses pueden seguir confiando en que sus depósitos estarán “disponibles cuando los necesiten”.
