Un estudio publicado en Jama Pediatrics reveló que de 2018 a 2020 los niños negros, y los que tenían entre 16 y 17 años, tuvieron un 50% más de probabilidad de ser víctimas de un homicidio, que es una de las principales causas de mortalidad infantil en los Estados Unidos.
Si bien alrededor del 80% de los homicidios en el país son provocados por armas de fuego, esta cifra se situó en el 50% para los niños, ya que los más pequeños tenían más probabilidades de morir por agresión física.
Los más pequeños mueren por "agresión física"
Un análisis realizado por un grupo de investigadores afiliados a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y al Departamento de Defensa recopiló los datos del Sistema Nacional de Informes de Muertes Violentas.
El informe concluyó con que era "necesario abordar las diferencias geográficas y raciales en las tasas de homicidio infantil", ya que "los cuidadores matan con mayor frecuencia a los niños más pequeños, mientras que los mayores tienen más probabilidades de ser víctimas de homicidios en conexión con actividades delictivas o discusiones fuera de sus hogares".
Los niños negros tenían mayor riesgo de ser víctimas de un homicidio. Las tasas también aumentaron entre los niños del sur del país y los que viven en áreas rurales y urbanas. No obstante, todos los grupos analizados sufrieron un aumento -en mayor o menor proporción- en las tasas de homicidio:
- Niños de 6 a 10 años de 0,5% (2018) a 0,8% (2020).
- Niños/jóvenes de 11 a 15 años de 1,3% (2018) a 2,2% (2020).
- Jóvenes de 16 a 17 años de 1,3% (2018) a 2,2% (2020).
- Niños hispanos de 1,6% (2018) a 2,2% (2020).
- Niños negros de 6,8% (2018) a 9,9% (2020).
Según el estudio, las tasas de homicidios habían disminuido para niñas, niños menores de 6 años, niños blancos, niños asiáticos/isleños del Pacífico y niños en el noreste de los Estados Unidos.
