El Gobierno británico bloquea la legislación escocesa sobre cambio de sexo

La ley permitiría que cualquier persona mayor de 16 años solicitase un nuevo certificado de nacimiento.

El Gobierno británico adelantó que bloqueará la legislación votada por el Parlamento Escocés que reconoce y facilita el cambio de sexo. La decisión de Londres tensa aún más la relación con Edimburgo, que definió la medida como "un ataque frontal total" contra su autonomía.

La polémica se inició el mes pasado, luego de que los legisladores de Escocia votaran a favor de que las personas transgénero fueran reconocidas legalmente, teniendo la posibilidad de acceder a un nuevo certificado de nacimiento. De este modo, mediante una declaración legal que confirme el "género adquirido", cualquier persona mayor de 16 años podría solicitar la nueva documentación.

No obstante, el Gobierno británico asegura que la medida no respeta la legislación sobre igualdad que rige en todo el Reino Unido, ya que otorgaría a los escoceses un trato diferente. "Me preocupa que esta legislación tenga un impacto adverso en el funcionamiento de la legislación sobre igualdad en Gran Bretaña", dijo Alister Jack, secretario de Estado para Escocia.

Ley de Escocia de 1998

Este martes, Jack será el encargado de emitir la orden formal para detener la aplicación de la ley. El conservador declaró que no se trató de una decisión tomada "a la ligera" e instó al Parlamento Escocés a presentar un proyecto de ley con cambios para trabajar en conjunto sobre el tema.

El Gobierno británico tiene la capacidad de vetar la ley a raíz del artículo 35 de la Ley de Escocia de 1998, que estableció la autonomía del Parlamento Escocés. Según este apartado, el secretario de Estado puede bloquear una legislación siempre que tenga motivos para creer que está abordando temas que son competencias reservadas para Londres, como asuntos ligados a la Corona, la defensa nacional o de política exterior.

El enojo de Nicola Sturgeon

Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia, se opuso rotundamente a la intromisión del Gobierno central del Reino Unido, definiendo la medida como "un ataque frontal total" a Edimburgo. Además, advirtió que "si este veto de Westminster tiene éxito, será el primero de muchos".

Sturgeon, líder del Partido Nacional Escocés, ya se ha enfrentado con las autoridades inglesas por sus intenciones de organizar un nuevo plebiscito de independencia. En 2014, con el 55,3% de los votos a favor y el 44,7% en contra, los escoceses votaron a favor de continuar bajo el paraguas británico.

Tras el Brexit, desde Edimburgo consideran que la tendencia se ha revertido y quieren volver a votar. No obstante, Londres se opone a otorgar un segundo plebiscito de estas dimensiones a tan poco tiempo del primero.