El FBI investiga las "indignantes" comisarías chinas en Estados Unidos

Cristopher Wray acusa a Xi Jinping y al Partido Comunista Chino de estar "exportando su represión" internacionalmente.

El director del FBI, Christopher Wray, confirmó en una comparecencia ante el Senado que están investigando la implantación de comisarías chinas en EEUU. A pesar de no querer facilitar información sobre las labores en curso, aseguró estar muy "preocupado" e "indignado" por lo que catalogó como una flagrante violación de la soberanía nacional y de la cooperación internacional entre cuerpos de la ley. Varios estudios internacionales denuncian que se trata de una herramienta de Pekín para aplicar sus esquemas de represión ciudadana por todo el mundo.

Safeguard Defenders.

Wray fue contundente sobre la gravedad de estos hechos: "La razón por la que esto es tan importante es porque hemos visto un claro patrón del gobierno chino, el Partido Comunista Chino, exportando su represión aquí mismo en los Estados Unidos, y hemos tenido ahora una serie de acusaciones que usted puede haber visto de los chinos que participan en la acción descoordinada, entre comillas, de 'aplicación de la ley' aquí mismo en los Estados Unidos, acosando, acechando, vigilando, chantajeando a las personas que simplemente no les gusta o que no están de acuerdo con el régimen de Xi. Así que es un problema real, y es algo que estamos hablando con nuestros socios extranjeros también."

Micrófonos en los coches e investigadores privados

Preguntado por el senador republicano Rick Scott sobre el tema, Wray aseguró que en el FBI "somos conscientes de la existencia de estas estaciones. Tengo que ser cuidadoso a la hora de hablar de nuestro trabajo de investigación específico, pero para mí es indignante pensar que la policía china intente establecerse, ya sabes, en Nueva York, digamos, sin la debida coordinación. Viola la soberanía y elude los procesos estándar de cooperación judicial en materia de aplicación de la ley".

El director del FBI señaló los métodos que están utilizando, y que han detectado gracias al trabajo de seguimiento de su oficina. "Hemos tenido situaciones en las que han colocado micrófonos dentro de los coches de los estadounidenses, por ejemplo. Y una de las cosas que estamos viendo cada vez más es que contratan a investigadores privados aquí en Estados Unidos para que sean esencialmente sus agentes y realicen parte de este trabajo. Así que esto es algo que estamos tratando de llamar la atención", señaló.

Los Departamentos de Justicia y Estado podrían intervenir

Para Wray, a pesar de que la investigación sigue en curso, hay indicios de que el Departamento de Justicia deberá tomar cartas en el asunto y "poner remedios" y que incluso es posible que el Departamento de Estado tenga que intervenir.

Estados Unidos no es el único país que ha comenzado a investigar la implantación de estas oficinas en su territorio. Canadá, Europa y otros países abrieron diligencias tras el informe de la ONG con sede en España  Safeguard Defenders. En "Chinese Transnational Policing Gone Wild", se afirma que, hasta ahora, se han descubierto 54 comisarías de policía chinas en el extranjero en 30 países de los cinco continentes, incluida la ciudad de Nueva York.

"Voluntarios, no personal policial", respuesta de China

De hecho, en un reportaje del periódico español El Correo, un funcionario chino anónimo destacó que "no veo qué hay de malo en presionar a los delincuentes para que se enfrenten a la justicia con todas las garantías que ofrece la legislación china".  Desde el Gobierno chino, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian, desdeñó las críticas y señaló su versión sobre estos establecimientos: "No hay necesidad de poner nerviosa a la gente por esto. Los sitios que ha mencionado no son 'comisarías' ni 'centros de servicios policiales'. Asisten a los ciudadanos chinos en el extranjero que necesitan ayuda para acceder a la plataforma de servicios en línea para renovar sus permisos de conducir y recibir revisiones físicas para ello". Además, señaló que "los lugares son proporcionados por las comunidades locales de chinos de ultramar que desean ser útiles, y las personas que trabajan en esos sitios son todas voluntarias que provienen de estas comunidades. No son personal policial de China".