El expresidente chino Jiang Zemin muere a los 96 años

Zemin falleció debido a una insuficiencia grave causada por la leucemia, una enfermedad que no se sabía que padecía, ya que no había sido anunciada por las instituciones oficiales.

El expresidente chino, Jiang Zemin, falleció este miércoles a los 96 años, según informó la agencia de noticias AFP.  El medio de comunicación estatal Xinhua indicó que el exmandatario murió en la ciudad de Shanghái, debido una insuficiencia grave causada por la leucemia, una enfermedad que no se sabía que padecía, ya que no había sido anunciada por las instituciones oficiales.

Su fallecimiento se produce tras un fin de semana de protestas contra la política de 'cero covid' de Xi Jinping.

 

  La última aparición pública de Jiang se produjo con el motivo del Día Nacional y la celebración del septuagésimo aniversario de la proclamación de la República Nacional China, el 1 de octubre de 2019.

"La muerte del camarada Jiang Zemin es una pérdida incalculable para nuestro partido, nuestro Ejército y nuestra gente de todos los grupos étnicos", señala una carta del Partido Comunista, el Parlamento y el Ejército, reseñada por varios medios de comunicación.

¿Quién fue Jiang Zemin?

Zemin nació en agosto de 1926 en una familia de intelectuales y vivió una infancia influida por la ocupación japonesa que en su país.

El expresidente lideró el Partido Comunista de China después de la represión de Tiananmén contra los manifestantes a favor de la democracia en 1989. Fue nombrado presidente del país en 1993, puesto que ocupó hasta el año 2003.  "Restableció relaciones con Estados Unidos y gestionó un auge económico sin precedentes en el país", según Reuters.

El mandato de Jiang marcó hitos como la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001 o la realización de los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín, aunque también por algunos hechos graves como la persecución al grupo religioso Falun Gong.

"La personalidad extravagante y el estilo cosmopolita de Jiang, aunque a veces ridiculizado durante su gobierno, le dieron una inesperada popularidad en línea en los últimos años, ya que los usuarios de las redes sociales chinas recuerdan cada vez más una atmósfera política y social comparativamente más relajada bajo su liderazgo", reseña la cadena CNN.

Orville Schell, un estudioso estadounidense sobre la cultura China, declaró a CNN: "Creo que fue subestimado durante su vida (...) Comparado con Hu y Xi, era muy locuaz, abierto y amistoso (...) Era uno de los pocos líderes chinos que quería ser un líder mundial normal, no un dictador comunista".