Reino Unido: la dimisión de Liz Truss provoca una nueva crisis de gobierno

La política conservadora abandona tras apenas mes y medio en el cargo.

La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss dimite tras apenas mes y medio en el cargo. El anuncio, publicado el jueves, 20 de octubre, se produce cuando Reino Unido afronta una de las mayores crisis económicas de su historia.

"Llegué al cargo en un momento de gran inestabilidad económica e internacional", dijo Truss durante su comparecencia en la que recordaba que la invasión de Rusia a Ucrania también ha sido un factor determinante para la crisis que afronta el país. Una situación que la política no ha podido sostener. Ya eran muchas las críticas que acumulaba la primera ministra no solo con los laboristas, sino también con su propio partido. Ante esto, Liz Truss solo ha tenido una opción, dejar su cargo: "Dada la situación, no puedo cumplir con los mandatos que se me encomendaron cuando fui elegida como líder del Partido Conservador", concluyó la política que ya trasladó su decisión al rey Carlos III y que publicó todo su discurso de renuncia en Twitter:

La política tory es la última primera ministra que conoció a la reina Isabel II, con la que mantuvo una reunión tan solo dos días antes de que falleciese la monarca. Fue, también, quién sustituyó a Boris Johnson que ahora suena como posible sucesor de Truss.

Keir Starmer pide unas "elecciones inmediatas"

El líder del Partido Laborista no tardó en responder y solicitar unas elecciones inmediatas. Keir Starmen afirma que los tories han demostrado que "ya no tienen un mandato para gobernar". Además, se muestra muy crítico con los conservadores, a los que define como una "puerta giratoria del caos" y les acusa de "someter al país a otro experimento. Gran Bretaña no es su feudo personal para actuar como quieran". Se refiere al hecho de que Truss continúe como Primera Ministra hasta que se elija a un nuevo candidato conservador, como anunció Truss durante su comparecencia.

Una decisión que, según anunció la primera ministra británica durante su comparecencia, tomó junto a Sir Graham Brady, jefe del grupo de diputados conservadores desde 1922: "Hemos decidido que habrá elecciones a la presidencia del partido, que tendrán lugar la próxima semana. Esto asegurará que nos mantengamos en un camino en el que podamos cumplir nuestros planes fiscales y mantener la estabilidad económica y la seguridad nacional".

Algo que, según Starmer, es inviable: "El público británico merece una opinión adecuada sobre el futuro del país. Deben tener la oportunidad de comparar el caos de los conservadores con los planes laboristas para resolver su desastre, hacer crecer la economía para los trabajadores y reconstruir el país para un futuro más justo y verde. Debemos tener la oportunidad de empezar de nuevo. Necesitamos unas elecciones generales, ahora".