Demócratas y republicanos reanudaron las negociaciones por el techo de la deuda, aunque no de la mejor manera

Tras la interrupción del viernes, los emisarios del portavoz Kevin McCarthy retomaron las conversaciones, cada vez con menos tiempo de cara al 1 de junio.

Las negociaciones entre demócratas y republicanos por el techo de la deuda se reanudaron luego de una pausa de unas horas durante el viernes 19 de mayo. Los emisarios de ambas partes resolvieron rápidamente sus diferencias y aceptaron volver a sentarse en la mesa para intentar llegar a un acuerdo antes del 1 de junio, fecha en la que Estados Unidos entraría en default por primera vez en su historia.

Las conversaciones se habían pausado el pasado viernes 19 de mayo, cuando el congresista Garret Graves (R-LA), uno de los enviados de Kevin McCarthy en las negociaciones, asegurara que su lado había decidido "hacer una pausa, porque simplemente no es productivo". De acuerdo con el congresista, la interrupción iba a mantenerse "hasta que la gente esté dispuesta a tener conversaciones razonables".

Sus palabras fueron reforzadas por un funcionario de la Casa Blanca, quien indicó que se había producido un enfriamiento en las últimas horas. “Hay diferencias reales entre las partes en temas de presupuesto y las conversaciones serán difíciles. El equipo del presidente está trabajando arduamente para lograr una solución bipartidista razonable que pueda ser aprobada por la Cámara y el Senado”, expresó.

Sin embargo, estas diferencias fueron resueltas rápidamente, puesto ambas partes aceptaron retomar las negociaciones en la noche del mismo viernes. La reunión de reencuentro tuvo lugar en el Capitolio y contó con la participación de Graves y Patrick T. McHenry por parte del portavoz, mientras que el consejero de la Casa Blanca, Steve Ricchetti, y la directora de presupuesto de la Casa Blanca, Shalanda Young, estuvieron en representación de Joe Biden.

Más reuniones tuvieron lugar durante el fin de semana, aunque parece que no fueron del todo productivas. El propio McCarthy se expresó al respecto el sábado y a través de su cuenta de Twitter. "La Casa Blanca está retrocediendo en las negociaciones. Por desgracia, el ala socialista del Partido Demócrata parece tener el control, especialmente con el presidente Biden fuera del país", escribió el portavoz. McHenry también comentó al respecto y aclaró que era prácticamente imposible llegar a un acuerdo antes del lunes.

El portavoz dejó en claro que no ve posible llegar a un acuerdo con el presidente fuera del país. Actualmente Biden se encuentra participando de la cumbre del G-7 en Japón. "No creo que podamos avanzar hasta que el presidente pueda volver al país", agregó el republicano el sábado.

La Casa Blanca respondió a estas declaraciones en un comunicado. "Seamos claros: el equipo del Presidente está dispuesto a reunirse en cualquier momento. Y, seamos serios sobre lo que puede aprobarse de forma bipartidista, llegar a la mesa del Presidente y reducir el déficit. Es sólo un liderazgo republicano en deuda con su ala MAGA - no el Presidente o el liderazgo demócrata - que están amenazando con poner a nuestra nación en default por primera vez en nuestra historia, a menos que se cumplan las demandas partidistas extremas", se lee en la misiva.

La presión por el techo de la deuda obligó al presidente a recortar la duración de su viaje. Tenía previsto hacer un par de paradas en Australia y Papua Nueva Guinea, las cuales debió cancelar para “estar de vuelta para las negociaciones finales con los líderes del Congreso”.