El hartazgo de los cubanos con el régimen comunista cobró una mayor fuerza durante el 2022, tanto que las denuncias contra Díaz-Canel y su gobierno llegaron al otro lado del Océano Atlántico.
Según un informe del Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) -una organización civil que tiene por objetivo "exponer, educar y empoderar a ciudadanos dispuestos a tomar iniciativas para impulsar la solución de los problemas que aquejan a la sociedad cubana"-, se produjeron 3.953 protestas contra la dictadura de Miguel Díaz-Canel, más de las que hubo en 2021 (3300). De hecho, en diciembre se estableció el récord de manifestaciones de los dos últimos años y medio, con 692, superando el registro de las multitudinarias protestas realizadas en julio de 2021 (584).
La mayoría de las manifestaciones contra el Partido Comunista se debieron, fundamentalmente, a su caótica gestión de los servicios fundamentales. Los cortes de luz, la ausencia de alimentos o la falta de agua potable fueron algunos de los motivos principales por los que los cubanos salieron a las calles para protestar contra el comunismo que rige la isla.
Falta de derechos económicos y sociales
Según el OCC, seis de cada diez protestas (60,4% o 418) de diciembre se debieron a la falta de derechos económicos y sociales. Es decir, relacionadas con "la mala gestión del gobierno; el pésimo estado de los servicios públicos de electricidad, agua, salud, vivienda, salubridad y transporte; la escasez; o los elevados precios". También corresponden a este grupo "los actos contra el inmovilismo económico y la política inversionista del gobierno o problemas sociales como la violencia de género".
El resto de las manifestaciones sucedidas en este mes (39,6% o 274) tenían vinculación con los derechos políticos y civiles: "protestas directas contra el sistema, publicaciones en las redes sociales, acciones de campañas permanentes y reacciones contra la represión política". De acuerdo a su Constitución, Cuba es un Estado socialista unitario unipartidista; es decir, no está permitida y, por lo tanto, representada la oposición política en las instituciones públicas.
La represión de la dictadura contra los manifestantes
El Partido Comunista estableció, a través de la aprobación del nuevo Código Penal en mayo, una mayor represión contra las manifestaciones en la isla. Dicha reforma penal entró en vigor el 1 de diciembre. Pese a ello, los cubanos no cesaron e, incluso, aumentaron sus protestas, como reflejan los datos del OCC.
Los cubanos reclamaron una ley que garantizase los derechos de manifestación y reunión, recogidos en el Artículo 56 de la Constitución cubana de 2019. Pero la dictadura omitió la petición de la sociedad y se encargó de imponer sus tretas para reprimir a aquellos que protestan.
La Habana, epicentro de las protestas
Vistos los datos, los cubanos salieron a la calle de manera incesante durante el mes de diciembre, sabiendo "que no tienen nada que perder y sí mucho que ganar", de acuerdo a la referencia expuesta por el OCC en su informe.
Una de cada cuatro protestas se concentraron en la capital, La Habana, donde se produjeron 170. También en Santiago de Cuba (66) y en Villa Clara (41) se concentraron las manifestaciones contras la dictadura comunista.
Díaz-Canel y su mujer, objetos de burla
Una forma más contemporánea de protesta se realiza a través de las redes sociales, mediante los conocidos memes. Díaz-Canel fue objeto de burla en Twitter o Instagram, lo que le causó un desprestigio y una falta de credibilidad entre la sociedad. También fue protagonista en varias situaciones ridículas, como cuando intentó imitar a Hugo Chávez cantando La Guantanamera o cuando se le escuchó hablar en inglés, mostrando un conocimiento muy pobre del idioma.
Las redes sociales le jugaron una mala pasada a su esposa, Lis Cuesta, cuando numerosos usuarios publicaron fotos suyas comprando en tiendas o defendiendo una tesis con un reloj de 9.000 dólares en su muñeca.