Comienza el juicio por corrupción contra Andrew Gillum, excandidato demócrata a gobernador de Florida

El que fuera una de las estrellas del partido azul vivió su particular caída a los infiernos a raíz su derrota ante DeSantis en 2018.

Andrew Gillum, el candidato demócrata que perdió ante Ron DeSantis la carrera por ser  gobernador de Florida en 2018 por un ajustadísimo margen, afronta desde hoy un juicio por 17 cargos de fraude electrónico, conspiración y mentir al FBI. El exalcalde de Tallahassee está acusado de desviar presuntamente unos 57.000 dólares de contribuciones de campaña a su cuenta personal y aceptar regalos a cambio de licitaciones municipales.

57.000 dólares de donaciones de campaña desviados a su cuenta personal

Una investigación del FBI concluyó que Gillum y su asesora política, Sharon Lettman-Hicks, solicitaron donaciones de campaña a particulares y organizaciones sin ánimo de lucro y desviaron parte de los ingresos a sus propias cuentas bancarias. Las acusaciones contra ambos proviene de la Operación Capital Currency, que utilizó a agentes encubiertos, y que llevó a condenas por soborno y prisión federal para el excomisionado de la ciudad y alcalde Scott Maddox -que sirvió con Gillum-, su ayudante, Paige Carter-Smith, y el promotor John "J.T." Burnette.

Dos agentes encubiertos, Mike Miller y Mike Sweet, se hicieron pasar por promotores foráneos deseosos de conseguir licitaciones del Ayuntamiento y dispuestos a pagar sobornos para ello. Por ejemplo, pagaron el alojamiento y comidas de Gillum y su hermano en el hotel Millennium Hilton, además de un paseo en barco por el puerto de Nueva York y una entrada para el espectáculo de Broadway Hamilton.

El FBI afirma que Gillum cayó en trampas de agentes encubiertos

Interrogado por miembros del FBI, Gillum, que desconocía que Miller y Sweet eran agentes encubiertos, negó haber aceptado regalos nunca de su empresa -Southern Pines, una tapadera del FBI- y destacó que rompió con ellos cuando comenzaron a vincular sus regalos a favores políticos. Algo desmentido también por la investigación federal.

El exalcalde, por su parte, sigue manteniendo su inocencia y abrió una campaña de donaciones -"Traer la Justicia a casa"- para poder financiar su defensa. Sus abogados apuntan a que se trata de una "operación de soborno fallida", y han acusado al gobierno de persecución selectiva y de centrarse en él debido a su raza, algo que los fiscales niegan.

Escándalos desde su derrota en 2018

La prometedora estrella de Gillum comenzó a apagarse en 2018, cuando menos de 34.000 votos hicieron gobernador de Florida a su rival DeSantis. A partir de ahí, el nombre de Gillum ha estado asociado a escándalos, como ser encontrado por la policía en la habitación de un hotel de Miami en 2020 con metanfetaminas en varias mochilas y un hombre siendo reanimado por sobredosis. Según los agentes, el mismo Gillum no pudo declarar debido a su estado. En un comunicado posterior, el exalcalde señaló que se encontraba en estado de embriaguez porque había estado en una boda, pero negó haber consumido drogas.

El alcalde de Miami, entre los conservadores que votaron por Gillum en 2018

Su candidatura a gobernador fue apoyada incluso por políticos republicanos como el actual alcalde de Miami, Francis Suárez. El cubano-americano, que estudia presentarse a las primarias del GOP para las presidenciales de 2024, reconoció que votó al candidato demócrata en esta ocasión, entre otras cosas, por la promesa de Gillum de establecer un salario digno estatal, "un derecho humano fundamental" para Suárez. Suárez no apoyó a Trump en 2020 y prefiere no pronunciarse sobre las actuales políticas antiwoke de DeSantis en Florida.