Las relaciones de China y Estados Unidos viven estos días una nueva escalada de tensión a cuenta de Taiwán, la isla independiente que China reclama como propia y que es un firme aliado de Washington en la región. Pekín amenazó este miércoles a EEUU y Taiwán con tomar "medidas contundentes" contra ambos países por la reunión que previsiblemente mantendrán la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy el próximo 5 de abril en Los Ángeles, donde el avión de la líder taiwanesa realizará una escala técnica. Pekín ha alegado en repetidas ocasiones que Washington y Taipei actúan en secreto para impulsar la independencia de la isla. El pasado mes de agosto la primera potencia del mundo y el gigante asiático volvieron a chocar cuando la entonces speaker de la Cámara, Nancy Pelosi, visitó Taiwán a pesar de las duras advertencias de Xi Jinping.
La presidenta taiwanesa empezó el miércoles una gira que la llevará a Guatemala y Belice para ampliar aún más la cooperación con esos dos países en el área económica y en la promoción de la paz en la región, después de que hace pocos días Honduras cortara sus lazos con Taiwán y estableciera relaciones diplomáticas con China. Xi Jinping ha anunciado en diversas reuniones y comunicados que el Ejército chino tiene que armarse para ser capaz de ganar un conflicto con cualquier país y, más peligroso aún, ha dejado claro su deseo de "recuperar Taiwán" durante su actual mandato, que finaliza dentro de cuatro años y medio.
Durante los últimos meses China ha aumentado su presencia militar en torno a Taiwán y ha realizado importantes maniobras militares que han hecho temer por un conflicto directo entre Taiwán y Pekín. Aunque oficialmente EEUU reconoce la política de una sola China, que contempla la soberanía del régimen comunista chino sobre los asuntos taiwaneses, Washington no ha dejado de apoyar militarmente a la isla y ha enviado a sus mejores tropas para entrenar a las bien equipadas Fuerzas Armadas taiwanesas.
Paz y democracia
La líder taiwanesa ha descrito su viaje a Guatemala y Belice como una oportunidad para mostrar a esos países y al mundo entero el compromiso de Taiwán con los valores democráticos. "Quiero decir al mundo entero que el Taiwán democrático salvaguardará resueltamente los valores de libertad y democracia, y seguirá siendo una fuerza del bien en el mundo, continuando un ciclo de bondad y fortaleciendo la resistencia de la democracia en el mundo", declaró a los periodistas antes de subir al avión. "La presión externa no obstruirá nuestra resolución de comprometernos con el mundo".
Sin duda entre sus objetivos está contrarrestar la cada vez mayor influencia china, no solamente en Honduras, sino en numerosos países hispanoamericanos y del continente africano.
