Cada año se hacen 1,7 millones de usos defensivos de las armas

El dato se basa en el mayor estudio jamás realizado sobre la posesión y uso de las armas, formulado para la Georgetown University.

Se ha publicado el Informe Nacional de Armas de 2021, escrito por William English de la Georgetown University. Basado en el estudio del uso de las armas de 16.708 americanos, el informe concluye que hay más de 81 millones de usuarios de armas en el país; por encima del 31% de la población de los Estados Unidos. 

La conclusión más relevante del informe, sin embargo, no es esa, sino que casi un tercio de los propietarios de armas, el 31,1%, ha hecho un uso defensivo de ellas, para defenderse o defender su propiedad. Esto supone que cada año se hacen 1,67 millones de usos defensivos

Armas contra el crimen

Este resultado adquiere un especial valor en este momento, en el que hay un aumento de la criminalidad en los Estados Unidos. Además, el derecho a portar armas, que forma parte de la Constitución tras la aprobación de la Segunda Enmienda, está bajo sospecha por el aumento de los tiroteos masivos en las calles.

Una mayoría de los ciudadanos que poseen armas, el 56,2%, las tienen para protegerse. Y uno de cada tres, el 35%, llevan consigo armas con alguna frecuencia. Según el informe, 

Estimamos que aproximadamente 20,7 millones de propietarios de armas (el 26,3%) llevan un arma de fuego en público bajo el régimen ‘portar de forma oculta’; y el 34,9% de los propietarios de armas informan de que ha habido casos en los que han querido llevar un arma de fuego para la autodefensa, pero las normas locales no les permitían llevarla.

Mark y Patricia McCloskey / Cordon Press.
Mark y Patricia McCloskey / Cordon Press.

25,3 millones de personas se han defendido con ellas

De acuerdo con el estudio, en torno a 25,3 millones de ciudadanos se ha defendido alguna vez, o ha defendido a alguien, gracias a que poseía un arma. En conjunto, habrán realizado más de 50 millones de usos defensivos de las armas. El estudio no exige que el arma sea disparada, sólo que se muestre o se mencione su posible uso para aplacar el comportamiento agresivo de otro. De hecho, el 81,9% de los usos defensivos consistió simplemente en blandir el arma. En la mitad de los casos en los que se ha producido disparos, uno solo ha sido suficiente. 

William English muestra que es el carácter generalmente no violento de los usos de las armas para la defensa, lo que lo ha hecho tan complicado de medir. Un importante informe conducido hace casi tres décadas sobre la misma cuestión por los criminólogos Gary Kleck y Mark Gertz había obtenido resultados similares: 2,5 millones de usos defensivos al año. 

Uso defensivo y seguro

El autor ha hablado con la publicación especializada The Reload, e incide en los motivos que explican que la mayoría de los usos defensivos no causan daño y, sin embargo, son efectivos: 

No me sorprendería que más del 90% de los disparos efectuados en defensa propia por gente corriente no dieran a nadie. La gente corriente debe ser menos precisa, por término medio, que los policías profesionales. Y, en la mayoría de los casos, es probable que el espectáculo de los disparos sea suficiente para hacer huir a un agresor, lo que es suficiente para proteger a una víctima.

De todos modos, el propio autor reconoce que su cálculo del número defensivo de las armas puede ser muy conservador, y subestimar el efecto que tiene la libertad de armas en el control del crimen. English sólo le ha preguntado a los ciudadanos que poseen armas. En principio, esto es lógico, pero para simular que vas a sacar un arma, o que puedes disponer de ella, no es necesario tenerla encima. 

El debate

Lo que está en cuestión en el debate no son las armas, sino su regulación. Los partidarios del control de armas dicen que la libertad de poseerlas y utilizarlas favorece que los criminales accedan a ellas, por lo cual aumenta el crimen.

Los defensores de la libertad de armas dicen que los criminales que necesiten armas siempre van a poder acceder a ellas, aunque estén prohibidas. Pero serán los ciudadanos que cumplen la ley quienes se quedarán sin poder utilizarlas. Puesto que las usarán, entre otros motivos, para defenderse, si se les prohibe su tenencia y uso, bajará el número de veces que se defienden los ciudadanos que cumplen la ley frente a los criminales.

La relevancia del informe

La importancia de este informe es que supera a todos los anteriores en cuanto a la amplitud y profundidad de los datos que aporta, y al estudio que se ha hecho de aspectos que en otros informes habían quedado al margen:

La mayor diferencia entre los resultados de esta encuesta y muchas otras anteriores es que profundiza en los tipos de armas de fuego que se poseen, en los detalles de los usos defensivos de las armas y en la frecuencia con la que se llevan las armas de mano. Esta encuesta es también la mayor que se ha realizado entre los propietarios de armas de fuego, lo que proporciona más poder estadístico que las anteriores y mucha más información sobre la demografía de la propiedad y el uso de las armas. Sus resultados coinciden en gran medida con los de otras encuestas recientes en lo que respecta a las estimaciones generales de propiedad, lo que aumenta la confianza en su exactitud, pero se profundiza en muchos detalles de interés.

El estudio se basa en las entrevistas realizadas a 44.000 ciudadanos de los 50 estados, de los cuales se ha interrogado para obtener más información a 16.708 poseedores de armas. Este estudio es parte de un libro que William English está realizando sobre las armas y su uso en los Estados Unidos. 

Los americanos poseen 415 millones de armas, de los que 171 son pistolas, 146 rifles, y 98 millones, escopetas. El informe también aporta datos actualizados sobre el número y el tipo de armas que poseen los ciudadanos. Por ejemplo, el poseedor medio tiene 5 armas. Casi la mitad, el 48,0%, tienen cargadores para 10 o más balas. Y el 30,2% (44 millones de ciudadanos) tiene rifles del estilo de los AR-15.