Un juez federal de Brasil ordenó el pasado miércoles la suspensión temporal de la aplicación de mensajería Telegram, alegando que la plataforma de redes sociales no había facilitado toda la información solicitada por la Policía Federal sobre grupos de chats neonazis. Según informa la agencia AP, la medida se considera parte de la lucha del país contra el aumento de la violencia escolar. Varios usuarios reconocieron que ya no podían utilizar la aplicación después de que los operadores locales acataran la sentencia. También se ordenó a Google y a Apple que bloquearan la aplicación. La multa por incumplimiento de esta sentencia será de 200.000 dólares.
La sentencia de un tribunal federal del estado de Espírito Santo dice que "los hechos demostrados por las autoridades policiales muestran un claro propósito de Telegram de no cooperar con la investigación". Los responsables de la aplicación Telegram no han respondido hasta ahora oficialmente a esta decisión. El hecho se produce en un momento en que el país se enfrenta a una oleada de ataques en escuelas, incluido uno en noviembre en el que un hombre con una esvástica en su chaleco disparó y mató a cuatro personas e hirió a otras doce en la pequeña localidad de Aracruz. Cuatro niños fueron asesinados en una guardería el 5 de abril.
Aunque son muchos y muy antiguos los problemas de seguridad que vive este país, el Gobierno federal del izquierdista Lula da Silva ha centrado mucho sus esfuerzos en el control de las redes sociales para que retiren los contenidos que incitan a la violencia. En esta ocasión, el juez federal ha dictado sentencia contra la red social y plataforma de mensajería instantánea, Telegram, fundada por los hermanos rusos Nikolái y Pável Dúrov en 2013, después de que ambos se autoexiliaran por sus desencuentros con el Gobierno ruso de Putin e instalaron su compañía en las Islas Vírgenes Británicas.
