Brasil: cientos de manifestantes anti Lula invaden la Plaza de los Tres Poderes

La Policía Militar se enfrentó a la multitud con granadas aturdidoras. Al momento del ataque, los edificios asaltados estaban vacíos.

Cuando se cumple una semana de la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de Brasil, cientos de manifestantes anticomunistas invadieron la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia. Se produjeron destrozos y enfrentamientos con la Policía Militar. Al momento del asalto, el presidente se encontraba en la ciudad de Araraquara, estado de Sao Paulo, en visita oficial.

Pasado el mediodía, seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, quien se encuentra en Orlando (Estados Unidos), tiraron las vallas de seguridad de la Plaza de los Tres Poderes, complejo que alberga el Palacio del Congreso Nacional, el Palacio del Supremo Tribunal Federal y el Palacio de Planalto (sede del Ejecutivo). Tras superar a unos pocos policías, ingresaron a los tres edificios, rompiendo ventanales y oficinas a su paso. La Policía Militar trató de dispersar a la turba con granadas aturdidoras.

En un video publicado por Metrópoles se puede ver a los manifestantes anti Lula siendo acompañados y guiados por la Policía hasta el lugar de los hechos. Desde el día siguiente a la votación en segunda vuelta, cuando el dirigente izquierdista se impuso sobre Bolsonaro, se han producido múltiples protestas en las que se denuncia fraude electoral o el repudio al socialismo que encarna el nuevo presidente.

"Las fuerzas de seguridad del Distrito Federal, además de la Policía Legislativa del Congreso, están comprometidas con la acción. Repudio con vehemencia estos actos antidemocráticos, que deben someterse urgentemente al rigor de la ley", escribió en su cuenta de Twitter el presidente del Senado Federal, Rodrigo Pacheco. Al ser domingo, los edificios de la Plaza de los Tres Poderes se encontraban vacíos.

A su vez, el Flávio Dino, ministro de Justicia y Seguridad Pública, declaró: "Este absurdo intento de imponer la voluntad por la fuerza no prevalecerá. El Gobierno del Distrito Federal asegura que habrá refuerzos. Y las fuerzas a nuestra disposición están trabajando. Estoy en la sede del Ministerio de Justicia".

Rogério Marinho, senador por Rio Grande do Norte, pidió que los autores del ataque sean responsabilizados y que no se los vincule con los brasileños que no votaron por el Partido de los Trabajadores y "permanecen dentro de la ley".

Las manifestaciones pacíficas como las que se han venido produciendo hasta ahora son bienvenidas y forman parte del juego democrático. La violencia es condenable. Los autores de estas invasiones lograrán lo contrario de lo que pretenden.

Lula decretó la intervención de Brasilia

Desde Araraquara, Sao Paulo, el presidente brasileño decretó la intervención de las fuerzas de seguridad de Brasilia. Además, aseguró que los "vándalos" que ingresaron a la Plaza de los Tres Poderes serán "encontrados" y "castigados".

Incluso, Lula deslizó que las personas que pasaron las vallas e ingresaron a los tres edificios estaban motivados económicamente por alguien más. “Vamos a descubrir a los financiadores”, pronunció en su discurso.

Bolsonaro y el PL se desligaron

A unas siete horas de comenzado el asalto, desde Orlando, el exmandatario escribió una serie de tuits para expresarse sobre lo sucedido. Aseguró que este tipo de expresiones sociales están por fuera de la Constitución y cuestionó al presidente del Ejecutivo por acusarlo "sin pruebas".

Las manifestaciones pacíficas, en forma de ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla.

En ese sentido, dijo que durante su mandato siempre estuvo "dentro de las cuatro líneas de la Constitución, respetando y defendiendo las leyes".  Y cerró: "Además, repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuyó el actual jefe del Ejecutivo de Brasil".

A su vez, el presidente del Partido Liberal (PL), Valdemar Costa Neto, se desligó de los manifestantes y habló de "un día triste" para el país sudamericano. También, repudió la "depredación del Congreso" y dijo que "el desorden nunca ha sido parte de los principios" de Brasil.