El Black Friday marca el inicio de la temporada de compras en el país y es considerado "un barómetro clave de la disposición a gastar de los compradores" en sus regalos de navidad. No obstante, la inflación desbocada no deja de preocupar a los minoristas que temen que las personas gasten menos dinero que los años anteriores y sean más selectivos con sus compras.
La Federación Nacional de Minoristas prevé que el crecimiento de las ventas para este viernes negro se ralentice hasta un rango del 6% al 8%, desde el incremento del 13,5% de hace un año. Estas cifras -no ajustadas a la inflación- pueden pronosticar que el gasto real sea incluso menor al de 2021.
Cambio de tendencias: ventas más lentas
Las tendencias de compras de este año contrastan con las del año pasado, cuando las personas compraban con anticipación por temor a no obtener lo que necesitaban a tiempo por las obstrucciones en la red de suministro debido a la pandemia del covid-19.
Las tiendas Macy's, Target, Kohl's, Gap y Nordstrom hablaron de "una pausa en las ventas a finales de octubre y principios de noviembre". Target y Kohl's recortaron sus perspectivas de ingresos para el trimestre navideño, citando la lentitud de las ventas.
El consejero delegado de Macy's, Jeff Gennette, dijo que la afluencia de clientes visitando sus tiendas y su página web se mantuvo, pero que muchas de esas visitas no se convirtieron en compras.
La directora general de Best Buy, Corie Barry, dijo que las ventas de la empresa en octubre fueron las más lentas del trimestre en comparación con el año pasado y que hasta ahora los consumidores no se han apresurado a comprar: "Este año no existe ese ímpetu por comprar (...) El consumidor medio sabe que hay mucho inventario y que va a tener un precio competitivo".
Los compradores también están usando más sus ahorros y recurriendo a los servicios de "compre ahora, pague después" que les permite pagar artículos a plazos.
