Joe Biden anunció que liberan 15 millones de barriles de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR, por sus siglas en inglés) que se entregarán en diciembre. El presidente culpabilizó a las empresas petroleras por los altos precios de la gasolina en los surtidores:
Es hora de que las empresas energéticas repercutan sus menores costes en los consumidores. Los refinadores están ganando el doble de lo que normalmente ganan. Y los márgenes de los minoristas están más del 40% por encima de lo normal. Esto hace que los precios de los surtidores sean más altos de lo que deberían, y es un error.
Con esta liberación se completa la reducción de 180 millones de barriles de la reserva comunicada por el presidente en abril. Biden confirmó que liberarán más barriles en caso de ser necesario:
El Departamento de Energía liberará otros 15 millones de barriles de la Reserva Estratégica de Petróleo, una medida responsable en un momento en que hay unos 400 millones de barriles para cualquier retirada de emergencia. Les he pedido que sigan dispuestos a realizar liberaciones adicionales si es necesario.
Tras comunicárselo al Departamento de Energía (DoE, en inglés), el presidente asoció esta venta a los recortes de producción anunciados por los países que conforman la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+).
En rueda de prensa, Biden añadió que aumentarán la producción de petróleo pese a que, en un primer momento, confirmó que lo limitarían por su política medioambiental:
Necesitamos aumentar responsablemente la producción de petróleo estadounidense sin retrasar nuestra transición a la energía limpia.
Aparte, señaló que Estados Unidos no recomprará el crudo para el fondo de reserva hasta que el precio de cada barril se sitúe entre 67 y 72 dólares.
En mínimos históricos
Desde 1984, la Reserva Estratégica de Petróleo no se situaba en niveles tan bajos. En septiembre, Estados Unidos contaba con 434 millones de barriles, es decir, un 27% menos que en 2021.
El objetivo de esta medida era ayudar a contener el precio del petróleo, que venía incrementándose ya antes de la guerra de Ucrania. Tras desatarse el conflicto y dispararse también el coste del gas, el ejecutivo decidió vender un millón de barriles al día de la reserva al mejor postor durante seis meses. En principio, en octubre se terminaría con esta iniciativa, aunque la secretaria de Estado, Jennifer Granholm, señaló que la administración evaluará si continuarán las exportaciones llegado el momento.
