Un informe de la Orden Fraternal Nacional de Policía (FOP) reveló que en lo que va de 2022 un total de 302 agentes del orden han recibido disparos mientras trabajan. De estos, 56 han muerto a causa de las heridas por armas de fuego.
Las lesiones por disparos aumentaron un 8% y las muertes un 27% en comparación con el mismo período de 2020. En 2022, se han efectuado 79 ataques en modo emboscada contra oficiales. Señala el informe:
Los ataques premeditados de tipo emboscada son especialmente inquietantes y perniciosos. Este tipo de ataques se llevan a cabo con un elemento de sorpresa y con la intención de privar a los agentes de su capacidad de defensa contra el ataque (...) Contribuyen a una preocupante insensibilización hacia actos malvados que en gran medida se consideraban tabú, excepto por los individuos más depravados.
Estados con más heridos
En 2020, el 49% de los incidentes con disparos involucraron un elemento de premeditación, lo que representa "un aumento del 7% con respecto a 2019". Según Just The News: "La antipatía hacia la aplicación de la ley ha crecido entre algunas comunidades y grupos de presión en medio del surgimiento del movimiento Defund the Police a raíz de la muerte de George Floyd".
Texas y Arizona presentaron el mayor número de policías heridos por disparos, con 26 y 21 respectivamente. Seguido por Georgia y Kentucky con 17 y 16 agentes lesionados con armas de fuego. Pensilvania con 14, Carolina del Norte y California con 13.
Los estados y territorios pertenecientes al país que no presentaron ni un sólo agente herido (0) son: Delaware, Hawaii, Maine, Massachusetts, Nebraska, New Hampshire, Dakota del Norte, Rodhe Island, Dakota del Sur, Utah, Vermont, Am. Samoa y Guam.
Las fuerzas del orden "demonizadas"
Estos datos respaldan las palabras del presidente de la FOP, Patrick Yoes, quien alertó hace unos meses de la existencia de "una crisis" en la estructura de las fuerzas policiales. Más agentes reciben disparos porque "la policía ha sido demonizada" lo que "ha erosionado la propia confianza de la institución". Además, Yoes señaló que los agentes abandonan sus puestos de trabajo a un ritmo nunca antes visto:
Debido a las acciones, y a la agitación que se ha producido en los últimos dos años, ahora mismo tenemos una crisis de mano de obra... Las fuerzas del orden han sido demonizadas por muchos. Ha creado una grieta dentro de este país y ha erosionado la propia confianza de la institución y la profesión de las fuerzas del orden. Y lo estamos pagando. Lo estamos pagando con el aumento de la delincuencia. Y también lo estamos pagando en los agentes de la ley. Vemos que abandonan nuestra profesión a un ritmo que nunca antes habíamos visto.
A nivel nacional, el año pasado las ciudades con más de 500.000 habitantes tenían de media 2,54 policías por cada 1.000 personas, frente a 2,75 en 2018, según datos recopilados por el FBI en los departamentos de policía de todo el país. No obstante, en el año 2000, la tasa era de 3,31.
