Aumenta la tasa de casos de parálisis facial en ancianos tras el refuerzo de Pfizer contra el covid

Un estudio evidenció una “pequeña pero estadísticamente significativa elevación” de la parálisis de Bell.

Investigadores de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) informaron que se elevaron los casos de parálisis faciales en las personas mayores que utilizaron Pfizer como refuerzo de la vacuna contra el covid-19.

Los investigadores de la organización explicaron que realizaron un estudio en el que se pudo evidenciar una “pequeña pero estadísticamente significativa elevación” de la parálisis de Bell, la cual debilita de forma repentina los músculos de un lado de la cara.

La tasa de incidencia del estudio fue de 1,13 y se mantuvo constante incluso con los ajustes de diferentes factores como infecciones previas por coronavirus. Cabe señalar que una tasa mayor a uno señala que existe una posible conexión entre la vacuna y un evento adverso.

Los datos de la parálisis se analizaron desde el 12 de agosto de 2021 hasta el 14 de mayo de 2022 y después se hizo una comparación con las cifras antes de la pandemia.

Asesor de la FDA propone evitar refuerzos en personas sanas

Recientemente un experto en inmunología y asesor del panel de vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos llamado Paul Offit opinó que en realidad ni las personas jóvenes ni las sanas deberían ponerse ningún refuerzo de la vacuna contra el coronavirus.

De acuerdo a la explicación de Offit los refuerzos bivalentes no provocan respuestas inmunitarias superiores por lo que solo deberían ser reservadas para aquellas personas que necesiten una mayor protección como los adultos mayores.

Más riesgo a mayores dosis

Otro estudio también reveló que el riesgo de contraer coronavirus realmente podría empeorar a mayor número de dosis de la vacuna contra el covid-19.

Según la investigación de la Clínica Cleveland se llegó a esta conclusión luego de evaluar a un grupo de personas que optaron por recibir menos de 3 vacunas y darse cuenta de ellos fueron precisamente los que corrieron menos riesgos de contraer la enfermedad.

“Uno podría razonablemente esperar que estos individuos tuvieran más probabilidades de haber exhibido un comportamiento más arriesgado. A pesar de esto, su riesgo de adquirir covid fue menor que aquellos que recibieron una mayor cantidad de dosis de vacunas anteriores”, indica el reporte del centro de salud.