Alabama desafía la imposición de la ideología de género por parte de la Administración Biden

El Gobierno federal amenaza con reducir el dinero entregado en programas sociales a los estados que se resistan u opongan al adoctrinamiento en la escuela.

El fiscal general de Alabama, Steve Marshall, ha anunciado que este estado no cederá ante "la coacción a través de la financiación federal" de la Administración Biden para imponer la ideología de género en la escuela. Marshall destacó que el asunto está en los tribunales y denunció que las acciones del Ejecutivo nacional "son ilegales e inconstitucionales".

En un artículo para Fox News, el fiscal general expone claramente la situación en la que se encuentran:

Sin dejarse intimidar por las repetidas derrotas, la guerra de la administración Biden contra los estados rojos y nuestro 'pensamiento neandertal' continúa. Este mes, mis colegas y yo estamos luchando contra Biden y sus camaradas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos en los tribunales para proteger el derecho de los estados a dirigir sus escuelas públicas como les parezca. Esta vez, la lucha no es sobre el plan de estudios o el enmascaramiento, sino sobre si los estados siguen teniendo la mísera autoridad de exigir a los niños que usen el baño de los niños en la escuela.

No se trata de una exageración, según sigue desarrollando el problema:

Es importante entender cómo el cumplimiento de la agenda de identidad de género radical de la izquierda destruiría las experiencias educativas de los estudiantes - las niñas en particular. La propia hoja informativa de la administración Biden sobre sus directrices indica que impedir que un niño utilice el baño de las niñas sería una discriminación si el niño se identifica como una niña. Del mismo modo, la hoja informativa sugiere que impedir que un chico se presente a las pruebas del equipo de animadoras de las chicas sería una discriminación si el chico se identifica como una chica. Esto es lo que la izquierda quiere ver en las escuelas de Alabama. 

"Coacción a través de la financiación federal"

Aunque pueda sonar extraño, no se trata de un error cuando Marshall parece mezclar Agricultura con Educación. La fórmula que ha encontrado el Gobierno federal es amenazar con reducir las ayudas que el Departamento de Agricultura gestiona y entrega a los estados.  Entre los programas que depende de él se incluyen el Programa de Asistencia Alimentaria Suplementaria (SNAP), el programa de nutrición para Mujeres, Bebés y Niños (WIC), y el Programa de Nutrición Infantil (incluyendo el programa de almuerzos escolares). El fiscal de Alabama subraya que "estos programas tocan la fibra sensible y tienen un precio elevado para los estados, por lo que la administración Biden los ha encontrado como vehículos ideales para forzar la ausencia de género en nuestros gobiernos estatales y, más concretamente, en nuestras escuelas públicas".

Según Marshall, con el último memorando del USDA y la norma administrativa que lo acompaña, "la Administración ha emprendido una campaña para imponer la agenda extremista de identidad de género de la izquierda a los escolares con la amenaza implícita de que si los estados se resisten, sus programas y escuelas públicas recibirán menos dinero del gobierno federal".

"La soberanía de Alabama no está en venta"

Marshall recordó que "la Constitución de los Estados Unidos no deja lugar a dudas sobre la amplia autoridad de los estados sobre sus propias escuelas públicas".  Sin embargo, "la Administración Biden supone que todo -incluso los niños en edad escolar- tiene un precio".  No obstante, el fiscal recuerda que "el deber de los líderes estatales no es el de los dólares. Se supone que debemos servir a los intereses de los habitantes de nuestros estados, y el pueblo de Alabama ha dicho claramente, a través de sus representantes elegidos, que no desea que la extrema izquierda de Washington imponga la política sexual a sus hijos".

Por ello, finaliza con un contundente: "aunque espero preservar cada centavo de la financiación federal que amenaza esta administración, la soberanía de Alabama no está en venta".