Adiós Roe vs. Wade: el aborto no es un derecho constitucional

Los estados podrán aprobar leyes para defender a los no nacidos.

El aborto no es un derecho que esté protegido por la Constitución. Esta es la principal conclusión de la decisión Dobbs vs. Jackson, que acaba de hacer pública el Tribunal Supremo y que revoca la sentencia Roe vs. Wade.

La sentencia ha sido redactada por el juez Samuel Alito, y aprobada por una mayoría de 6 a 3. "La Constitución no hace referencia al aborto, ni tal derecho está protegido de forma implícita por ninguna provisión constitucional", dice el texto. El principal argumento jurídico de Roe vs. Wade proclamaba que la práctica del aborto estaba protegida por el derecho a la intimidad, que no viene expresamente recogido en la Constitución ni en ninguna de sus enmiendas.

Leyes estatales contra el aborto

Tras la sentencia de Roe (1973), el aborto había adquirido la condición de derecho. Los estados de la Unión no podían legislar para proteger la vida del nonato, ya que ello supondría limitar el derecho de las mujeres a acabar con la vida de sus nasciturus. A partir de ahí, algunos estados fueron poniendo límites a la práctica del aborto. Una de ellas, aprobada por Mississippi, prohibía abortar más allá de la semana 15ª de embarazo. Una asociación, la Jackson Women Health's Organization, la llevó ante los tribunales.

(Flickr - Thomas Wade)
(Flickr - Thomas Wade)

La cuestión llegó hasta el Tribunal Supremo, que acaba de resolver que el aborto no tiene protección constitucional. En consecuencia, los estados pueden legislar para proteger la vida de los no nacidos sin chocar con la Ley Fundamental. La sentencia de Dobbs vs. Jackson proclama: "Es el momento de acatar la Constitución y devolver la cuestión del aborto a los representantes elegidos por el pueblo".

El impacto de la decisión puede ir más allá de la cuestión del aborto. Samuel Alito alega en la sentencia que la Enmienda 14 de la Constitución sólo protege a aquéllos derechos que no estaban siendo recogidos por la Constitución, pero que sí eran reconocidos en el momento en que se aprobó. Se trata del año 1869. Entonces, el aborto no estaba reconocido como un derecho.

La cuestión es que hay otras prácticas, como el matrimonio entre homosexuales o el uso de anticonceptivos, que entonces no eran derechos. La sentencia Dobbs vs. Jackson se podría aplicar también a esos otros casos. De ese modo, el Tribunal Supremo podría rectificar en otros asuntos, más allá del aborto, como el matrimonio entre homosexuales.

Reacción violenta

A favor de la sentencia dictada por Samuel Alito votaron los magistrados Neil Gorsuch, Clarence Thomas, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett. John Roberts, preside del Supremo, también está de acuerdo en mantener la ley de Mississippi, pero no en desproteger por completo la práctica del aborto. Roberts sostiene que para mantener la ley de Mississippi no era necesario revocar Roe vs. Wade.

La decisión fue adelantada tiempo atrás por Politico y provocó una auténtica tormenta mediática. Un empleado del Supremo la filtró a este medio progresista con el objetivo de que se crease una polémica con la suficiente fuerza como para condicionar la decisión de los magistrados. La organización radical RuthSentUs llegó a hacer públicos los domicilios de los togados, información que utilizó un individuo para acudir al de Brett Kavanaugh con el presunto objetivo de matarle.